viernes, 18 de noviembre de 2011

~Capitulo 1

Ese día, ese maldito día lo llevo grabado en el corazón. El mismo día en el que metí en esto, el mismo maldito día donde empezó todo.
~No me falles McCann. Anthony  Cohen  tiene que estar muerto mañana por la noche~
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Odio a Howard, lo odio con toda mi alma. Desde que mi madre se caso con ese cretino prepotente mi vida ha sido un completo infierno.
-No te soporto mama, no te aguanto ni a ti ni a el estúpido de Howard –grite enfadada-
-Helena no hables así  de Howard–grito mi madre-
-Que no hable así ¿cómo quieres que hable entonces e? –Grite de nuevo-
-Howard se mata a trabajar por nuestros caprichos, no nos falta nada gracias a él- Respondió mi madre alterada-
-Nadie se lo ha pedido, estoy harta de vivir en esta casa, estoy harta de vosotros de todo, voy a dejar todo esto. El instituto a vosotros todo ¿Me oyes? Y tú no me lo vas a impedir…-grite-
-Como salgas por esa puerta dejas de ser mi hija –grito mi madre-
-Ya ves lo que me importa. TE ODIO –grite de nuevo saliendo y cerrando la puerta de un portazo, corrí hasta mi coche, abrí la puerta del asiento del conductor, me senté, cerré la puerta y tire mi bolso en el asiento del copiloto, pise el acelerador, primera, tercera salí de allí tan rápido como pude, conduje durante horas sin parar estaba amaneciendo y la rabia hervía en mi. No pare hasta llegar a mi destino a las afueras de un pueblo de Canadá llamado Stratford. Un barrio conflictivo lleno de ladrones y drogatas, pare el coche frenando casi bruscamente, cogí mi bolso y abrí la puerta salí de él cerrando con un portazo. Todavía era temprano cuando aporreé su puerta.
-Papa ábreme la puerta se que estás ahí –casi sin darme tiempo a terminar la frase la puerta se abrió.
-¿Qué haces aquí Helena? Es peligroso –dijo el simplemente
-Por favor papa…ya no soy una niña tengo quince años  -dije tan fría como el hielo- he venido porque no soporto como le defiende, no soporto mi vida, no soporto que sean tan refinados no lo soporto-
-Puedes quedarte el tiempo que quieras pero te lo advierto Helena como me metas en algún lio con tu madre y ese Howard te iras de aquí –dijo el seco, asentí – Hay una habitación libre al final del pasillo puedes quedarte ahí, se que no es gran cosa pero…-
-Está bien, no te preocupes –me dirigí a la habitación que me indico mi padre, no es una casa muy grande ni mucho menos tiene una sola planta, el salón y la cocina están separados por la típica barra americana solo una puerta lo separa del pasillo en el cual había cuatro puertas una de ellas mi nuevo dormitorio, abrí la puerta cerrándola a mi paso, observe la habitación, eran blanca, más bien gris diría yo, con una cama en el centro, un armario, un escritorio con una silla y una estantería llena de libros. Me acerque a ella y con mi dedo índice recorrí el lomo de cada uno de los libros. Tire mi bolso en la cama, detrás me senté yo apoye mi cabeza en mis manos las cuales estaban apoyadas en mis rodillas, me frote los ojos llevaba casi veintiséis horas sin dormir, me recosté en la cama. Lo último que recuerdo fue que mis ojos se cerraron.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

~ Introducción


Un dia pasa pasa, que estas de pie en algún lado y te das cuenta de que no quieres ser ninguno de los que hay a tu alrededor. No quieres ser el puto pringao al que le has rebentao la cara, ni tampoco tu padre, ni tu hermano, ni nadie de tu puta familia. Ni quieres ser la señora jaeza, ni siquiera quieres ser tú, solo quieres salir corriendo. Lo único que quieres es salir a toda hostia del sitio en el que estas.
Y de repente ocurre, algo se acciona y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar. Ya han cambiado ~
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Helena Cohen la chica alocada. Pero a veces...las apariencias engañan


Jason  McCann...el chico malo

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